
Fachada interior de la Primera Escuela Lasallista de Hispanoamérica, "San José" en la ciudad de Cuenca ; donde hizo sus primeros estudios el Santo Hermano Miguel. (1863)
Fachada actual de la Unidad Educativa Hermano Miguel De La Salle en la ciudad de Cuenca; donde se educan alrededor de 2000 estudiantes. (2014)
150 AÑOS DE HISTORIA
Cómo resumir en pocas líneas la presencia de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en el Ecuador a lo largo de 150 años?
Basado en su benevolencia y en el confirmado afecto suyo hacia la Salle y su labor educativa.
En febrero de 1863 llegan al Puerto de Guayaquil 10 Hermanos Franceses, tres de ellos Agulís María, Apolo y Juniano, se dirigen a Cuenca y un 4 de mayo del mismo año apertúran la escuela San José en la calle Gran Colombia, entre Borrero y Benigno Malo. Ocupan una vieja edificación destinada antaño a Hospital, hoy inexistente y en cuyo predio estaba la antigua Escuela Central, hoy readecuada para fines culturales por la Municipalidad Cuencana.
Fueron el Presidente García Moreno y el futuro Arzobispo de Quito, Monseñor José Ignacio Ordóñez quienes alcanzaron la proeza de iniciar la consolidación como País soberano de nuestro querido Ecuador.
Más de 200 niños fundaron la primera escuela lasallista e hispanoamericana.
El noveno inscrito fue Francisco Febres Cordero Muñoz quien más tarde será conocido y enaltecido como el Santo Hermano Miguel, gloria preclara de la Salle y del Ecuador.
Es de notar que la casa de los Muñoz (actual palacio arzobispal en la Bolívar) tenía una salida a la Gran Colombia por un quinto patio, ocupado hoy por el Hotel Dorado y antaño por la capilla San Miguel Arcángel.
Así se inició la misión lasallista en Cuenca, Quito y Guayaquil: educar cristianamente a los niños y jóvenes ecuatorianos y en especial a los pobres.
Su labor educativa se ha ejercido de modo especial en la sierra del País, de Tulcán a Cariamanga, pero también en Guayaquil y en Napo.
Descuella en Cuenca el trabajo del Hermano Francés Imonís, quien será ejemplar en lo pedagógico pero que, además, junto al sacerdote Cuesta alentarán la organización obrera a inicios del siglo XX, los “Obreros de la Salle”.
1895 fue para el País el inicio de nuevos rumbos con el gran patriota Don Eloy Alfaro, entre sus logros cuentan la implantación de la educación laica en el Ecuador, lo que originó una grave crisis entre la Iglesia Católica y el Régimen. Sin embargo personalidades como Federico González Suárez, Hermano Miguel, Hermano Imonís buscarán y apoyarán políticas de sanos y democráticos entendimientos.
El 12 de Agosto de 1900, los Hermanos ocuparon el edificio de la Gran Colombia entre las calles Borrero y Hermano Miguel hasta 1972 en que el Municipio dio por terminada la donación.
En 1938, en las “Bodas de Diamante” de la Escuela San José, el Hermano Eduardo José adquirió un predio en la Avenida Solano con dineros otorgados por personalidades de la ciudad. Vale destacar el nombre de Doña Aspacia Polo Toral.
Posteriormente, hacia el año 1955, dicho predio fue adecuadamente aumentado por gestiones del Hno. Eliseo Luis (hoy el sacerdote José Castelví Queralt) secundado por ayudas económicas significativas tanto de Doña Florencia Astudillo como de las hermanas de la Concepción y Alicia Carrión. Con el Hno. Javier, arquitecto de la Comunidad Lasallista elaboraron los planos del actual Colegio Hermano Miguel e iniciaron su construcción, que fue reiniciada por el Hno. Basilio (Miguel Carvajal) en 1963.
A partir de 1972, tanto secundaria como primaria, ocuparán las mismas instalaciones de la “Virgen de Bronce” poco a poco completadas gracias a las diversas Comunidades Educativas presididas por los Rectores entre 1972 y 2009. Hoy dicho Plantel educa a más de 2000 estudiantes varones y mujeres.
Desde el año 2008, fieles a la educación de los más pobres, el Colegio de la mañana sostiene un pequeño Colegio gratuito reconocido con el nombre de Unidad Educativa Particular San José. Dicho Centro tiene su propio edificio junto a los predios del matutino. Sus alumnos gozan de los mismos derechos y deberes inherentes a todo hijo de Dios.
Todos los establecimientos Lasallistas del Ecuador podrían narrar sus metas y logros pero lo descrito no es para instalarse en un pasado, sino para proyectarse propositivamente en el devenir de la sociedad.
Dios nos bendiga y el querido Ecuador nos continúe apoyando.